jueves, 1 de enero de 2015

¿Quién se ha comido está seta?


Hay muchos tipos de rastros que deja la fauna en su quehacer cotidiano, unos son muy abundantes, otros raros de ver.
Unos pueden aparecer en cualquier momento, otros en determinadas épocas y unos terceros son excepcionales. A su vez cualquiera de estas tres posibilidades  se conjugan con cada especie, o sea, hay especies muy abundantes, otras no tanto y otras son raras.
Las setas comidas por un animal son algo relativamente poco frecuente para lo que cabría esperar teniendo en cuenta lo extraordinariamente abundante que es este alimento durante cortos espacios de tiempo y la variedad de especies que las pueden llegar a consumir.

No hay mucha bibliografía al respecto, lo que sigue a continuación es la experiencia de unos cuantos años de rastreo, pero de no muchos de estos rastros seriamente analizados, así que es un sencillo acercamiento a este tipo de rastro.

De entre todas las especies que las consumen la que predomina son las babosas en todo tipo de biotopos con un alto porcentaje de rastros. Pequeños roedores/ratas/ardillas y aves le siguen en mucho menor porcentaje, siendo los primeros algo más abundantes. Las aves son algo más raro. Y solo he visto una vez las marcas de un conejo en una seta.

Todo esto es experiencia personal en muchos lugares y biotopos distintos, lo que permite presuponer que en zonas que no conozco las cosas pueden ser muy distintas. De hecho ciervos o corzos comen setas y es de imaginar que la marca que dejen sea muy evidente.
Las marcas que dejan las distintas especies se ven muy influenciadas por el tipo de seta. Los boletus son setas compactas y duras, las marcas aparecen generalmente muy nítidas y perfectas. En cambio en setas blandas aparecen, más  o menos, rastros de rotura acompañando al tipo de marca específico de cada especie.

Babosa                                                                
La marca más sencilla de reconocer es la de las babosas, son pequeñas esferas de 1-2mm que parecen la marca de una cucharada en un flan o en un yogurt, muchas juntas. A veces de forma superficial y otras se adentran en el sombrero o el pie.


Aunque los roedores tienen esos incisivos superiores tan enormes no son los que utilizan para roer, si no los inferiores. Son unas marcas fácilmente reconocibles en los boletus, pero no tanto con setas más blandas. Al ser pequeños los incisivos inferiores la diferencia entre un ratón y una ardilla puede no estar muy clara, especialmente por lo poco abundantes que son sus marcas en las setas y la poca experiencia, que por lo tanto, se puede acumular. En este caso concreto no suele aclararse esto hasta que no se tiene la fortuna de encontrar en el mismo rastreo setas consumidas por ambos y que podamos comparar insitu.

Roedores                                                                          
                               Ardilla (IZQ.) Micromamífero (DRCHA.)

 Micromamífero

El borde, más o menos, regular señala a un roedor y el tamaño de los incisivos a la ardilla (por la zona)

El tamaño de las marcas de los incisivos y de las uñas, al agarrarse, señalan a la ardilla

Conejo










Aves                                                                                    
Los rastros que dejan las aves son cónicos si es en el centro del sombrero, si es en los bordes aparecen estos en forma de dientes de sierra de distintos tamaños, muchos trocitos de la seta aparecerán esparcidos en los alrededores a unos pocos centímetros de distancia. Quizás unas especies consuman la carne, pero personalmente pienso que buscan gusanos.
Parece que los mirlos las consumen y un par de citas de gaviota patiamarilla comiendo una seta en un parque de Barcelona.